Por Juan Carlos Hernández A.

Hablar de inteligencia emocional es contemplar los atributos tanto físicos como intelectuales son por supuesto adquiridos, en la búsqueda de ese perfeccionamiento humano y en aras de experimentar el aprendizaje que, cada día nos deja solo el vivir, pues aprendemos de los buenos momentos como de los no tan buenos, y ello es normal, la vida misma nos ofrece altibajos.

Hay personas, con estudios muy preparados pues y que encuentran el dominio de su inteligencia emocional con un adecuado manejo de sus emociones, como cita Daniel Coleman, a mediados de los años 90: “concebimos la inteligencia emocional como la capacidad de reconocer los sentimientos y los de otros; ser capaz de automotivarme”.

Las emociones tienen funciones de supervivencia, todas ellas tienen un sentido en nuestra vida; la emoción es una respuesta a un estímulo externo ajeno a la persona, y se percibe como una amenaza como ejemplo el miedo; y las hay internos, es cuando imaginamos recuerdos y producimos emociones propias, para ello no necesitamos propiamente del contar con la educación académica.

Es preciso recordar que en esta vida todos los problemas tendrán solución, solo hay que encausar y afrontar la realidad. Utilizar sabiamente la inteligencia emocional ayuda a enfocar las sinergias con los demás, visualizar un replanteamiento de tal adversidad o desavenencia, que, de seguro, se nos presenta en la vida ordinaria.

Ahora que se ha puesto de moda cada dia más los descubrimientos de la inteligencia artificial, deberemos estar atentos para ver sí los beneficios de la utilización de esta nueva herramienta es seguro traerá beneficios a la humanidad, pero cuidado con desear o querer hacer cualquier acción que menoscabe la seguridad e integridad personal.

Hay especialistas que están en alerta por la no ética utilización de la inteligencia artificial, pues consideran que pueden ser violados los diferentes derechos humanos y ser proclive a crear conflictos, ha de ser que por ello, quién es considerado el padre de la inteligencia,  Geoffrey Hinton, un pionero de la inteligencia artificial conocido como uno de los «padres de la IA», renunció a su cargo en Google para poder expresar abiertamente sus preocupaciones sobre cómo la IA podría causar un daño significativo al mundo.

Por otra parte, lo bueno que se dice sobre el tema es que brinda la oportunidad de aventajar en tareas, investigaciones y hasta respuesta de exámenes, de programar soluciones en bien de la salud o automatizar procesos que evitan el desgaste del ser humano en ciertos quehaceres. Ante ello, es menester como en todo, legislar los usos y evitar los abusos, no es aceptable que por innovar se descuide el buen trato de primordial respeto de las personas.

Pensar en concreto sobre los beneficios que en realidad traerá la inteligencia artificial, que es finalmente eso “artificial” no real, empero lo que si es en definitivo es la inteligencia emocional con la cual podremos también transformar etapas, ciclos de la vida, a pesar de las vicisitudes que debamos enfrentar.

Nada debería superar la razón, la reflexión y la prudencia en el pensar y en el actuar, imposible sustituir los valores todos con los que cuenta la humanidad, que son propios y no perecederos. Usemos la novedad para bien. ¿Y usted como persona inteligente se consume en el problema o sale avante? Pruebe buscar soluciones apropiadas, con inteligencia emocional, es lo que hace gente exitosa; ¡hágale pues!