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Opinión

De la importante participación de la ciudadanía en el quehacer electoral

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*Por Juan Carlos Hernández A.

En el México actual se vive ya, una efervescencia política-electoral, con motivo de las elecciones venideras del 7 de junio, en que se habrá de renovar la Cámara de Diputados en todo el país, 9 gubernaturas y  cientos de munícipes de 16 estados de la Republica.

En ese sentido tenemos que, es imperiosa la participación de la ciudadanía, para que se involucre en el proceso federal y estatal electoral que se avecina ya en forma galopante, por las llanuras, caminos pueblos y ciudades, y metrópolis en  todo de nuestro país.

Es así que las autoridades electorales con atribución constitucional hacen un puntual llamado a la participación activa de los y las mexicanos y mexicanas para que asuman de manera muy proactiva y cívica, y por demás patriótica  el papel de funcionarios de casilla, ya sea como presidente, secretario y escrutadores y  que serán desplegadas en todo el  territorio nacional más de 150 mil casillas electorales.

La finalidad principal es la de acercar al ciudadano elector la mesa donde podrá expresar su voluntad política hacia el o los candidatos y candidatas de su preferencia. Y es ahí donde los institutos electorales confieren, requisitos previos, a dichos funcionarios de mesa directiva de casilla la autoridad plena para hacerse responsables el día de la elección, de instalar la documentación y material electoral, recibir y contar los votos de los conciudadanos  y conciudadanas (luego hacerlo llegar a la dicha autoridad electoral INE y OPLES)  para que sea puntalmente respetada la voluntad del elector.

De relevante Importancia es entonces la actitud que muestre la ciudadanía para recibir con gran ánimo el llamado que en breve se realizará para concurrir a la capacitación y formación electoral a partir del mes de nacimiento que ha sido sorteado y que es enero, de ahí en adelante para conformar la integración de las meas directivas de casillas, que en el caso de Jalisco, es de 9 mil 400, aproximadamente.

Hoy,  más que otros procesos electorales necesitamos estar unidos, ante la no menos delicada situación de inseguridad que atormenta la estabilidad social y por ende política de nuestro Mexico; somos más, muchos más los que deseamos la bonanza en todo aspecto para lograr mejores años por venir, es ahí donde nuestra participación de cada uno en lo que desempeñe, sea para fortalecer a instituciones todas y que pacíficamente logremos convivir con armonía en bien de ésta y las próximas generaciones.

*El autor es Director de Comunicación Social del INE Jalisco

 

Opinión

¿LEER NOS HACE LIBRES?

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Por Juan Carlos Hernández Ascencio

Una de las máximas que nos dejaron a la posteridad es la de leer nos hará libres esa es buena, pero también cuestionable, porque la libertad no es solo de impacto material, sino también inmaterial, osea de pensamiento y de conciencia. Apropósito del día internacional del libro celebrado hace poco, es menester saber qué la lectura nos trae conocimiento, porque la experiencia ciertamente también.

De la intención de elegir un buen libro está la necesidad de conocimiento que deseamos adquirir, sea cual sea, se desea obtener al elegirlo, y bueno, en gustos se rompen géneros, pues mucha es la bibliografía de excelencia que hay en el mundo con tantos buenísimos autores, tan buenos que de libros se han inspirado épicas batallas, películas, obras de arte y de teatro.

Ahora que, en el ambiente educativo se plantea la estructura e intencionalidad para elegir el qué y el cómo se ofrece un libro para ser empleado en las formas existentes para la enseñanza, competencia y aprendizaje; está también la homogeneidad y heterogeneidad que ha de plantearse en cada tema,pues leer nos da también, libertad emocional, libertad de opinar, y desde luego la intelectual. La lógica estriba en leer y pensar, para buscar la libertad sea cual sea. Haga el ejercicio y vera óptimos resultadosen ello.

Por desgracia e infortunio, México no es un país de lectores asiduos, que devoren libros un día y otrotambién, no lo es, la estadística se muestra baja respecto a la media mundial, con todo y ello se ha resaltado en la utilización de lectura a través de medios digitales, vamos a ver si la Inteligencia Artificial no demerita la concurrencia asidua de leer sobre todo en el segmento juvenil, ojalá que no. De ahí la importancia de contar con libros en casa y fomentar el gusto por que se lea, justo ahí se educa porque en la escuela solo se refuerza.

Leer inspira, realiza sueños y es determinante, formidable para inculcar en todos, la sabiduría, la disipación de dudas y sobre todo saber discernir, con apego a la ética y la verdad, indiscutible que también nos da libre albedrio en nuestra acciones y formas de pensar, de filosofar y atender nuestras propias interrogantes ante la diversidad de temas, lo importante será buscar qué leer y seguir una línea que no contradiga nuestros valores esenciales, sea como sea hay que leer si o si, para encontrar cierta felicidad, satisfacción y adelantar en el conocimiento formal que nos deja la lectura.

Conozco y he tratado con gente mayor a los 80 años, y particularmente eran lectores de siempre, ahí es importante señalar que son personas que, gracias a la lectura han conservado una excelente lucidez mental y estimulación cerebral, que se pone a trabajar siempre. Qué maravilla que nuestros mayores lean siempre. Si creo que leer nos hace libres, pues seremos mejores conversadores, tendremos una opinión más certera, preguntaremos de mejor manera y por supuesto que propiciaremos mejores relaciones humanas. Recuerde que a mayor cultura menor manipulación.

Otro día discernimos sobre el sabroso libro, pero del menudo, que también es bueno con salsa de tomate martajada, postrado en una tortilla recién hecha, cebollita y limón, ya usted se imagina, mientras tanto seleccione una buena lectura y aventúrese a conocer¡Hágale pues!!

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Opinión

Deuda en dólares, presión en pesos: el costo real de un peso débil

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Por Miguel Ángel Ruvalcaba Molina

En las últimas semanas, la depreciación del peso mexicano frente al dólar estadounidense ha encendido alertas. Si bien las fluctuaciones del tipo de cambio forman parte de la dinámica de los mercados internacionales, lo preocupante no es solo su variabilidad, sino el profundo impacto que tiene en las finanzas públicas, particularmente en la deuda externa del país.

Una parte sustancial de la deuda pública mexicana está denominada en moneda extranjera, sobre todo en dólares. Esto significa que cada vez que el peso pierde valor frente al dólar, el monto que México debe pagar —medido en pesos— se incrementa automáticamente. No se trata de una interpretación política ni de una suposición alarmista, sino de una realidad contable. Y cuando hablamos de cientos de miles de millones de dólares, una variación de apenas unos centavos puede implicar miles de millones de pesos adicionales en obligaciones.

Este efecto genera una presión doble sobre el presupuesto público. Por un lado, encarece el servicio de la deuda —intereses y amortizaciones—; por el otro, reduce la capacidad del Estado para invertir en áreas estratégicas como infraestructura, salud, educación o seguridad. En términos simples, se gasta más en pagar deudas y menos en construir futuro.

La deuda pública, en sí misma, no es negativa. Bien administrada, puede ser una herramienta para detonar desarrollo o enfrentar emergencias. El verdadero problema surge cuando el crecimiento de esa deuda no responde a decisiones soberanas, sino a factores externos, como la depreciación cambiaria. En ese caso, la vulnerabilidad se vuelve estructural.

Urge repensar la estrategia de endeudamiento público. México necesita una política macroeconómica sólida, que incluya mecanismos de cobertura cambiaria para la deuda en divisa extranjera, así como una disciplina fiscal que reduzca la exposición a riesgos externos. Es igualmente importante disminuir, de manera progresiva y sostenible, la proporción de deuda pública en moneda extranjera.

La estabilidad del peso no es solo un indicador para los mercados; es un factor clave de soberanía financiera. Cada punto porcentual que pierde nuestra moneda representa una carga silenciosa pero creciente para las generaciones futuras. Es momento de dejar de subestimar las consecuencias de un peso débil y asumir este reto con visión de Estado.

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Opinión

La amenaza de aranceles de Trump sacude la confianza económica

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Por Miguel Ángel Ruvalcaba Molina

La retórica comercial del presidente Donald Trump ha vuelto a encender las alarmas en los mercados financieros. Con una amenaza renovada de imponer aranceles a productos provenientes de México y Canadá, el mandatario ha revivido uno de los temores más persistentes para la economía norteamericana: la volatilidad provocada por decisiones unilaterales.

Para México y Canadá, socios estratégicos en el T-MEC, este tipo de anuncios no solo representan un retroceso en los avances logrados en materia de integración económica, sino también una fuente de incertidumbre que frena inversiones, deprecia monedas y eleva el costo del financiamiento. En el caso mexicano, los mercados ya han reaccionado con movimientos en el tipo de cambio y una mayor cautela en la toma de decisiones corporativas. La posibilidad de que se impongan aranceles a sectores clave —como el automotriz o el agroindustrial— afecta directamente la confianza de los inversionistas y pone en riesgo miles de empleos.

Lo más preocupante no es solo la amenaza en sí, sino la señal que envía: que los compromisos comerciales pueden ser desechados por intereses políticos de corto plazo. Para los mercados financieros, la confianza es el activo más valioso. Y cuando la palabra de un país se vuelve impredecible, los capitales tienden a buscar refugio en plazas más estables.

México y Canadá deberán prepararse para un escenario más incierto en los próximos meses. Diversificar mercados, fortalecer cadenas de valor regionales y apostar por la innovación serán estrategias esenciales. Pero también es momento de alzar la voz y defender el libre comercio como motor de desarrollo compartido. La estabilidad económica de América del Norte no puede estar sujeta a caprichos electorales.

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